Eliminar el óxido con química

eliminar el óxido

Para muchos es habitual rascar el óxido o eliminarlo de alguna forma. Existen múltiples métodos, pero hoy vamos a tratar uno en concreto especialmente indicado para recuperar tornillos, tuercas y pequeños componentes metálicos.

Ahora, no debemos olvidar una regla de oro, tan rápido como nos hayamos librado del óxido, habrá que proporcionar un tratamiento para su prevención, si el oxígeno ya ha atacado un tornillo, no tardará en volverlo a hacer. Aquí propondremos unos métodos básicos para las dos tareas, desoxidación y tratamiento de prevención, todo con materiales de fácil acceso en un taller de aficionados a la mecánica. Por supuesto el resultado dista de ser exquisito, pero es útil.

En primer lugar listamos materiales:

  • Recipiente de cerámica, vidrio o plástico.
  • Ácido sulfúrico, por ejemplo el electrolito de una batería.
  • Desengrasante, tipo lavavajillas.
  • Aceite motor.
  • Soplete de gas.

Llenamos un recipiente con una disolución de ácido sulfúrico con agua, sirve el electrolito de las baterías, que está un porcentaje que ronda el 30% ácido 70% agua.

Si hemos llenado 1 litro, añadiremos una o dos cucharadas de lavavajillas.

Con ésta solución eliminaremos el óxido y mantendremos el componente, por ejemplo tornillo, en un estado aceptable de limpieza.

Una vez coloques el tornillo a desoxidar en el baño, deberás esperar, si has eliminado previamente “lo más gordo” con un cepillo en unos minutos, tendrás el tornillo libre de óxido, pero si la capa que lo recubre es gruesa, puedes estar media hora esperando. Si colocas varios elementos en el mismo baño y lo agitas, chocarán entre ellos y el óxido se eliminará con mayor facilidad.

¡Ojo, ya debes saber que el ácido sulfúrico no se toca! Puede ser muy peligroso y si te toca alguna zona del cuerpo, a lavarte con agua abundante y a correr al hospital, que te miren esa quemada.

Venga, tenemos los componentes libres de óxido, digno de la mayor magia negra del mundo, pero lo importante viene ahora: la prevención.

En primer lugar deberás limpiar y secar bien los componentes, si el ácido elimina el óxido, significa que no deben quedar restos, ya has comprobado lo corrosivo que es.

Sin esperar más tiempo, pasas a calentar el tornillo con un soplete de gas, hasta que se ponga al rojo vivo y rápidamente so sumerges en el recipiente de aceite, que ya tendrás preparado. Observarás que se quema el aceite, por lo tanto sale un humo blanco con un olor fortísimo, así que a realizar ésta operación en un lugar abierto y bien ventilado. Deja reposar el tornillo unos minutos, incluso una hora si quieres, para retirarlo del baño de aceite y limpiarlo y secarlo bien. Deberá tener un aspecto negro y uniforme, así sabrás que has realizado un correcto pavonado, que es así como se denomina éste tratamiento. Para el que por cierto, mucha gente utiliza aceite de motor usado.

¿Que te parece, te atreves a recuperar tornillería o pequeños componentes metálicos?

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